Seaspiracy

Un cineasta amante de la vida oceánica, decidido a retratar el daño que los humanos causamos a las especies marinas, devela una alarmante red de corrupción mundial.

Podés verlo en Netflix.

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Reseña por Sol Reiman

«Lo interesante sobre este documental es tomarlo como un disparador hacia la reflexión y el cuestionamiento sobre lo que conocemos en torno al océano; y no quedarnos con una verdad absoluta».

Sol

El mensaje de Seaspiracy puede resumirse en este meme:  

Con la misma estructura del documental Cowspiracy, la trama consiste en el camino del cineasta enamorado del océano al descubrimiento de lo que es señalado como el secreto mejor guardado: “La pesca comercial es mucho más dañina que la contaminación por plástico.”

Este mensaje se expresa al desarrollar datos sobre bienes y servicios ecosistémicos de diferentes poblaciones del océano, en contraste con descubrimientos en torno al daño que la industria pesquera genera en los mismos. A lo largo de Seaspiracy se transmite el mensaje de que el impacto de la pesca comercial está completamente invisibilizado por las organizaciones de cuidado de los océanos.

El mensaje que transmite el documental es que el impacto de la pesca comercial está completamente invisibilizado por las organizaciones de cuidado de los océanos.

Personalmente, me parece un documental interesante, que atrapa, y muestra un aspecto de nuestro impacto como sociedad que suele estar invisibilizado. Me disparó preguntas como: ¿Cómo revertir procesos globales en los cuales se involucra tanto poder? ¿Ahora qué?

Cowspiracy, el documental antecesor a este, fue muy cuestionado por la veracidad de sus fuentes. La página de Seaspiracy cuenta con una sección de fuentes en las cuales se hace referencia a muchísimos datos del documental. Sin embargo, este documental tampoco escapó de las críticas. En ese sentido, creo que lo interesante del documental es tomarlo como disparador hacia la reflexión y el cuestionamiento sobre lo que conocemos en torno al océano; y no quedarnos con una verdad absoluta. Es interesante mirarlo teniendo en cuenta algunas de las críticas que se le hacen.

Algunas críticas

Por un lado, se critica el uso de datos puntuales de manera tal que parecen mundiales, lo cual podemos profundizar con este posteo de Unplastify que relativiza algunos de estos datos: que “el 46% de los plásticos en la isla de plástico del Pacífico Norte son redes de pesca”, no implica que así sea en las otras 4 islas de plástico. 

Por otro lado, se le cuestiona a Seaspiracy su mensaje principal: La solución al cambio climático se basa en nuestra transformación individual hacia el veganismo. En esta nota de Nature encontramos el lado B de este mensaje: Se le cuestiona su mirada colonial, que no considera las actividades de los pequeños actores sociales locales, de países periféricos, con poca alternativa estructural en el sistema en el que estamos insertxs y que nos trajo hasta acá. Me gusta la visión de Unplastify en ese sentido: Es clave considerar lo compleja que es la problemática de los océanos, y debemos “actuar ante todas las problemáticas”.

Se cuestiona la mirada colonial, que no considera las actividades de los pequeños actores sociales locales.

Creo que Seaspiracy nos abre una puerta para mirar con ojo crítico a algo tan amplio que a veces podemos olvidar que también estamos degradando: el Océano. Cuestionar las prácticas humanas en él, y exigir, como en todo el sistema en el que estamos insertxs, transformaciones estructurales.

Mirar el documental con un ojo crítico es mirarlo pensando en estas críticas, que nos complejizan los métodos de solución: En esta crisis climática global, los cambios de tendencia de consumo son claves, necesitamos de los acuerdos globales, e interpelar a todos los actores sociales en pos de un cambio. Pero no podemos olvidar que cada región tiene sus particularidades, por lo que cada comunidad debería poder apropiarse de su forma de disminuír su impacto. (en algunos casos será mediante veganismo, y quizá en otros mediante actividades locales como incluso la pesca).

El mensaje que elijo llevarme con Seaspiracy es que necesitamos una transformación estructural, pero que para lo mismo es importante pensar en múltiples escalas, y plantear soluciones que incluyan las particularidades de cada comunidad.

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